¿Qué supone, de verdad, la IA en nuestro día a día? Riesgos que entraña y, sobre todo, problemáticas a corto, medio y largo plazo. Si tuviera que responder de una manera rápida, lo ha cambiado todo. Para mí, a título particular, supone el mayor avance en la historia de la humanidad desde la creación de Internet. No por el punto en el que nos encontramos, sino por su posibilidad de crecimiento exponencial. Recuerda lo que era tu teléfono hace 20 años... o explícale la "nube" a un cavernícola.
¿Qué supondrá a corto plazo? Pues hay un dato que invita a la reflexión. Mientras hoy un 66% de las tareas laborales son llevadas a cabo por humanos, este porcentaje bajará a un 57% en 2027. Es decir, que en cinco años un 43% del trabajo lo harán las máquinas. Conclusión: quizás el hombre, por primera vez, será dispensable. No debemos ser catastrofistas, pero sí precavidos. Es tan importante el que inventa el avión, como el paracaídas. Los ejemplos más claros a lo largo de la historia son la automatización del campo en las primeras revoluciones industriales, cuando necesitabas 40 jornaleros para arar un campo y ahora lo hace una máquina tractora en una hora. Esa automatización empujó a la población y mano de obra al sector secundario (industria), y finalmente, como economía desarrollada, nuestro grueso se encuentra en el sector terciario (evidentemente es más complejo, pero me veo limitado por el número de caracteres, jeje).
El sector terciario en España representa el 74% del PIB español. De momento, la IA no sustituirá al humano, pero ten por seguro que esta automatización de la actividad inventiva reducirá de manera drástica el número de profesionales, gestores, programadores, analistas y administrativos. Donde se necesitan ahora 10, supervisará 1. ¿Qué hacemos con el resto? En mi sector, la abogacía, la respuesta es evidente. La IA se basa en matemática pura, estadística, big data y algoritmos para la resolución de un problema. ¿Quién tiene más bases de datos que Lefebvre, Thomson Reuters…? Si a eso le añadimos respuestas inteligentes en un chatbot o la filtración de sentencias a nuestro favor… O una máquina que pueda leer 1000 balances por segundo y encontrar justo ese maldito coste que no cuadra (pobre auditor). Simplemente expongo una idea, sé que el trato personalizado es diferencial, pero... el futuro es ahora.
Nuestra burocracia, cargas impositivas y sobreprotección normativa hacen que las empresas deseen invertir en este tipo de tecnología. La pregunta que te hago: ¿lo que haces puede automatizarse? Si eres sincero con tu respuesta, considero que no vendría mal prepararse para esta nueva revolución tecnológica. Por último, lejos de las películas con futuros distópicos, ¿es ético e incluso inteligente capacitar con uno de nuestros mayores dones evolutivos, la inteligencia y la resolución de problemas, a otro ente? Hasta ese punto, que me haga los deberes…